(Discurso inspirador)
Recuerden que Lionel Messi era (y sigue siendo) el mayor fenómeno futbolístico después de Maradona. Así pues, parado frente al puesto de diarios, saque mi cuenta que, gracias a sus goles y liderazgo, el Barça había sumado tres Copas de Campeones –hasta entonces sólo tenía una–, y pasó de no tener ningún Mundial de Clubes a tener uno. Además, "la pulga" conquistó con el Barça cuatro Supercopas de España y una Supercopa de Europa. Siendo coronado dos veces, de manera consecutiva, como máximo goleador de la Champions en 2009 y 2010. (Al día de hoy ha duplicado estos números).
Hasta aquel momento, yo me había imaginado que Messi, para alcanzar todos estos logros, tenía que ser casi perfecto, que en poquísimas ocasiones fallaba un tiro de gol. Así que me picó el bichito de la curiosidad y me compré uno de aquellos diarios, uno que mostraba a Messi cubriéndose el rostro con las dos manos.
Resultó que una estadística publicada por el portal superdeporte.es revelaba a Messi como el peor en efectividad en tiros rematados al arco. ¡Casi un 30% peor que el segundo peor!
El dato me intrigó tanto que me metí a Internet y fui a la página de superdeporte. Y ahí encontré datos adicionales que me sirvieron para sacar tres lecciones sobre los triunfadores y el camino al éxito.
La primera lección es: No temas fallar.
Observa la cantidad de goles anotados por Messi:
22, que lo ubican como segundo goleador de la liga española (a solo 2 de CR7), pero es además el que más remata al arco, con 51 disparos directos y 279 perdidos.
El mensaje es claro: en la vida, si quieres anotarte un gol, tienes que chutar al arco muchas veces sin temor a fallar algunas. Y si quieres llevarte la corona de goleador, debes chutar tantas veces que fallaras muchísimas, tantas como para llevarte también el título de “el peor en efectividad en tiros rematados al arco”. Como dice Michael Jordan: "He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito".
En la vida como en el fútbol, se consiguen los trofeos cometiendo y asimilando algunos errores, unos pequeños, otros grandes. Los errores son el precio que te costará el éxito, empieza a pagarlos lo más pronto posible. Veras que, si aprovechas sus lecciones, son muy, pero muy rentables.
La segunda lección para alcanzar el éxito es: Perfecciónate constantemente.
El empresario Richard St. John dijo sabiamente en una presentación en TED: “El éxito no es un lugar al cual llega uno para descansar y disfrutar de su triunfo. El éxito es más bien como una banda para correr, si te paras, la banda te arroja hacia atrás con fuerza y pierdes todo lo conseguido. El éxito exige no detenerse jamás, hay que continuar practicando y perfeccionándose constantemente”.
Lionel Messi tiene su propia versión de esta sabiduría y la comparte con nosotros en el siguiente comercial grabado para Adidas.
Así es, las cosas en las que tendrás éxito están en relación directa con aquello en lo que tienes tu mente concentrada, aquello a lo que dedicas la mayor parte de tu tiempo.
Te guste o no, estas en un mundo competitivo, una verdadera Champions League, donde la única manera de ganar y permanecer ganador es ser cada vez mejor que los demás en lo que haces.
Te guste o no, estas en un mundo competitivo, una verdadera Champions League, donde la única manera de ganar y permanecer ganador es ser cada vez mejor que los demás en lo que haces.
La tercera lección es: Únete al mejor equipo.
Messi no juega en un club de media tabla de la liga española. No se unió a un grupo de personajes opacos, se integró a un equipo de estrellas fulgurantes, técnicamente superiores y muy motivados; adiestrados y dirigidos hasta hace dos años por uno de los mejores entrenadores del mundo: Pep Guardiola.
La siguiente estadística de aquella temporada 2010-2011 muestra palmariamente como el éxito de Messi es el éxito de su equipo y viceversa.
Pelé, después de ganar su tercer campeonato del mundo en México 70, dijo en una entrevista, al ser alabado como la figura del mundial: “Si solo yo saliera al gramado, los once jugadores contrarios pronto me llenarían el arco de goles y yo no anotaría ninguno”.
Y si miras un video del gol de Maradona a Inglaterra en México 86: como toma la pelota en mitad de la cacha y con un dribling alucinante va sembrando rivales hasta marcar el gol, parecería que fue él solo el autor de ese tanto, pero si miras el partido completo te darás cuenta que se necesitó de todo un gran equipo, no solo para llegar hasta ese gol, sino, y esto es lo más importante, para ganar el partido.
El genio destaca cuando su equipo le da la oportunidad de sobresalir en aquello que es genial. Mientras mejores sean quienes integren tu equipo, mayores serán tus probabilidades de alcanzar grandes éxitos.
En Brasil 2014, la estrella de Messi no brilló, pero tampoco se apagó: en setiembre de este año, “La pulga” añadido un logro más a su ya brillante carrera: llegar a los 400 goles como profesional. Este sábado 22 de noviembre batió otro record, el de mayor goleador histórico de la Liga Española –que llevaba 60 años de reinado–, al lograr 253 tantos con un triplete sensacional contra el Sevilla, y ayer martes –solo tres días después–, ha vuelto a romper otro record, el de máximo goleador histórico de la Champions, al sumar 74 tantos, también con un triplete espectacular, esta vez ante el Apoel Nicosia. Y todo esto con solo 27 años de edad.
Estoy seguro que en el futuro veremos como otros records “imbatibles” se rendirán literalmente a sus pies, colocándolo por siempre en el lugar más privilegiado del salón de la fama del fútbol.
Todos los triunfadores han seguido una fórmula para alcanzar el éxito, una muy personal, casi mágica; Messi y su deslumbrante trayectoria te proponen la siguiente: No temas fallar, perfecciónate constantemente y únete al mejor equipo. ¿Acaso no te suena perfecta?
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