Pero los que si existen, para dicha nuestra, son personas de buena voluntad que en estas fechas, mientras sonríen en el trabajo, abrazan a los amigos o besan a sus hijos, predican que la verdadera felicidad consiste en hacer que los demás también sean felices y que el verdadero amor consiste en dar amor.
En estas fechas, paremos un momento de comprar cosas para recordar que la verdadera magia de la Navidad radica en anunciarle a la humanidad que un mundo de paz, fraternidad y felicidad SI ES POSIBLE, y que todo, absolutamente todo, depende de cada uno de nosotros y de quienes dirigen las instituciones de nuestra sociedad. La felicidad de la humanidad está en las manos de la humanidad.
Queridos amigos, que la algarabía y el regocijo del espíritu de la Navidad visiten con una gran sonrisa sus hogares y sus vidas y los acompañen el próximo año 2013.
Un fuerte abrazo,
Willy Orlando *<|:-)
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