viernes, 15 de febrero de 2013

Aceptando un premio



Cuando en 1996, durante la entrega de los Oscar, el actor Cuba Gooding Jr. escuchó su nombre como el ganador al Mejor Actor Secundario por su rol en Jerry Maguire, se tomó la cabeza y pareció anonadado. Luego, subió al escenario y empezó excitado agradeciéndole a Dios y a su familia, pero cuando la música de fondo comenzó a sonar indicando que su tiempo había concluido, el actor inició una serie de saltos eufóricos de un lado a otro gritando “I love you. I love you”, mientras la audiencia lo vitoreaba de pie.

Normalmente no se espera que tu te comportes de la misma manera al recibir un premio. Aunque tampoco es recomendable irse hasta el otro extremo y mostrar una imagen rigurosamente seria y acartonada.

Cuando recibimos un premio nuestra actuación debe estar en armonía con el ambiente y trascendencia del acto: los hay solemnes y protocolares y los hay amistosos e íntimos. En ambos casos el reconocimiento es sincero y retribuye a una cualidad o labor tuya valorada altamente por quienes otorgan la distinción.

Para que tus palabras se encuentren a tono con el momento, lo primero que debes hacer es vivir mentalmente la entrega del premio y analizar los elementos que van a estar presentes, como se observa a continuación.


Según la organización que nos otorga el premio, el motivo de la distinción, el nivel de los invitados de honor, la presencia de nuestros padres o familiares cercanos y el tipo de público asistente, es que debemos seleccionar el contenido de nuestro discurso. Mientras visualizas el momento, pregúntate: ¿por qué están estas personas aquí?, ¿qué esperan llevarse a casa de este momento?

El paso siguiente consiste en elaborar tu peroración dividiéndola en tres partes: inicio, cuerpo y final. A continuación te muestro algunos elementos que puedes colocar en cada una de ellas, las que tu deberás seleccionar a tu discreción.

Inicio


Saludo protocolar

Toda entrega de premio siempre esta revestida de formalidad y seriedad, a veces sobria y amical, a veces pomposa y grave. En el primer caso tu saludo puede ser muy conciso y amistoso, p. ej.: “Estimado Javier, presidente de nuestro club, miembros directivos, queridos amigos Tostmasters”. En cambio, cuando se trata de una reunión muy protocolar hay que nombrar a las autoridades e invitados de honor presentes, mencionándolos en orden jerárquico por su titulo, nombre y cargo (en algunas ocasiones se suele anteceder una mención de respeto, v. gr., “Excelentísimo”, “Distinguido”). Ej., palabras de Mario Vargas Llosa al recibir el doctorado Honoris Causa de la USIL: “Señor presidente fundador de la Universidad San Ignacio de Loyola, querido Raúl; señor rector, señor ex presidente Alejandro Toledo, Dr. Luis Bedoya Reyes, autoridades universitarias, señores embajadores,  señoras y señores, queridos amigos”.

Emociones personales al recibir el premio

En literatura el primer párrafo de una novela o cuento crea la atmósfera emocional y tensión que prevalecerá en toda la obra. En oratoria sucede lo mismo, por ello es importante que expreses los sentimientos que te provoca el ser reconocido; hay que hacer que el público comparta nuestras emociones. Ej., Mario Vargas Llosa, loc cit.: “Recibo muy emocionado este doctorado Honoris Causa que me asocia simbólicamente al claustro universitario de esta universidad”.

Agradecimiento y elogio a la institución que otorga el premio

Agradecer y elogiar a la institución que otorga el premio, engalana la ocasión, resalta la importancia del premio y es un elogio indirecto para ti mismo. Hacerlo a la mitad o al final de tu discurso provocaría exactamente lo contrario: deslucirá la ocasión, el premio y a quien lo recibe. Ej., Mario Vargas Llosa, loc cit.: “Es una universidad joven, moderna, y formar parte de ella es una manera de rejuvenecer y de estar vinculado a la actualidad”.

Anécdota que resalta el rol de una persona en la consecución del premio

El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos, decía Schopenhauer. A veces hay una persona cuya participación fue vital en el camino que te llevó a la obtención del premio. Y si bien en la parte final de tu discurso hay una sección para los agradecimientos, a esta persona la debes mencionar al inicio, para darle un mayor realce. Una buena manera de hacerlo es narrando brevemente el momento clave de su participación. Ej., una persona que recibe la medalla de oro en un concurso de pintura, podría decir: “Quiero agradecer a una persona muy especial. Fue ella la que me llevó de la mano a los 8 años a tomar mi primera lección de pintura, siempre celebra mi trabajo y me anima a continuar. Gracias mamá”.

Cuerpo

El recibir un premio marca un hito en tu vida, hay un antes y un después. Es un punto de llegada y al mismo tiempo un punto de partida. Por ello en el cuerpo de tu discurso puedes decir unas palabras alusivas al respecto siguiendo una línea de tiempo: pasado, presente y futuro.

Significado del premio como punto de llegada

Nunca es más agradable hablar del pasado que cuando hemos alcanzado el éxito y brindamos honestamente nuestra experiencia como una inspiración para los demás. Si deseas hablar del pasado, rememora tus aspiraciones iniciales, tus expectativas, y también, lo que fuiste aprendiendo en el camino -que en algunos casos pudieron modificar positivamente tus propósitos originales-. Si tienes tiempo, puedes graficar esos momentos contando una o dos anécdotas breves. Ej., palabras del periodista Gervasio Sánchez al recibir el premio Save the Children 2012: “Era un niño de corta edad cuando decidí ser periodista. A los 10 años coleccionaba sellos y viajaba con la mente. Pensaba que el periodismo era el mejor oficio para viajar de verdad. (...) Pero nunca pensé ni soñé que podría compartir distinciones con mujeres y hombres como la yemení Tawakkul Karman, también periodista y la más joven galardonada con el Premio Nobel de la Paz de toda su historia”.

Difusión de la labor por la que se otorga el premio

Que mejor forma de contribuir a la causa por la que te han otorgado el premio que diciendo unas palabras sobre lo importante que es para la comunidad el realizar esa labor. Ej., Gervasio Sánchez, loc cit.: “Como miembro de la directiva de Reporteros sin Fronteras puedo asegurar que el trabajo de los periodistas locales en países como Yemen, Siria, Iraq, Afganistán, México, Colombia, Somalia es imprescindible para acceder a la información esencial en zonas oscurecidas por el olvido de la mayoría de los grandes medios de comunicación”.

Una excelente fuente de información y orientación para desarrollar este aspecto en tu discurso son las mismas bases del concurso en el cual tu haz salido premiado. Ahí encontrarás los objetivos y criterios de selección para elegir a los ganadores, p. ej., si haz ganado un concurso de ajedrez, puedes hablar de lo beneficioso que es promover “la capacidad de análisis, la disciplina mental y la madurez emocional entre la juventud”.

Significado del premio como punto de partida

“Amo a los que sueñan imposibles”, solía decir Johan Goethe, y quienes te escuchan también quedarán seducidos y se identificarán contigo y con tu causa si compartes con ellos tus anhelos y proyectos futuros.

Sería ideal si dieras a conocer algún proyecto en el que ya te encuentras dando los primeros pasos (al final de tu discurso, puedes convocar a los asistentes a unirse a él). Ej., palabras del Gerente General de Ascensores Schindler (Chile) S.A. al recibir el Premio Nacional a la Calidad: “Actualmente, nuestro plan estratégico contempla cuatro pilares básicos: satisfacción del cliente; motivación del personal; participación de mercado, y crecimiento rentable. (...) Visualizando el futuro, vemos que nos falta mucho por recorrer y mejorar, pero esta distinción nos reconforta, nos revitaliza y nos motiva para seguir en el trayecto emprendido”.

Final 

Agradecimiento general

Si haces un agradecimiento final este puede ser general, p. ej.: “Agradezco infinitamente a todos los que me motivaron y me apoyaron en esta labor”. O mencionar una lista pequeña (acelerando la voz) de los más importantes y una palabra clave que exprese el apoyo proporcionado. Ej.: “Agradezco infinitamente a Raúl por su inspiración, a María por su donación, a Luis por la organización y a todos los que estuvieron siempre conmigo. Mil gracias”.

Al agradecer empieza en el orden de importancia de las personas con respecto a su contribución directa en el trabajo que condujo al logro obtenido, luego, puedes terminar mencionando a personas cercanas que te han brindado su apoyo moral, como tu familia. Ej., discurso completo de Lionel Messi al recibir su cuarto balón de oro: "Es increíble poder conseguir el cuarto Balón de Oro. Es impresionante. Quiero compartir y agradecer a mis compañeros del Barcelona, especialmente a Andrés. Es un orgullo entrenar con vos. A mis compañeros de la selección argentina. Agradecer a mi familia, a mis amigos. Y por último y muy especialmente a mi mujer y mi hijo que es lo más lindo que me dio Dios. Muchas gracias".

Palabras inspiradoras o de llamado a la acción

Las siguientes son las palabras finales de Vicente del Bosque al obtener el título de Entrenador Mundial de la FIFA 2012: “Ustedes saben que todos los que estamos en el fútbol y sentimos esta fascinación por el fútbol, todos queremos ganar. Pero estamos obligados a mimarlo y a cuidarlo y a trasladar a él lo mejor de nuestra ética y conducta personal. Gracias".

Esta es una forma estupenda de terminar un discurso de recepción de un premio: decir unas palabras inspiradoras que convoquen a los presentes a emular o a unirse a la labor por la que el reconocimiento ha sido otorgado.

Y para concluir, las últimas palabras de un discurso de aceptación de un  premio son una expresión sincera y emocionada de agradecimiento: “Gracias”, “Mil gracias”, “Gracias infinitamente”.

Aunque un discurso de agradecimiento suele tomar entre 3 y 5 minutos, su extensión dependerá de la trascendencia del momento y del tiempo programado por los organizadores; p. ej., el discurso de agradecimiento por el premio Nobel de literatura de Mario Vargas Llosa duro una hora. La regla es: mientras más importante es el evento y el premio, más libertad para que la extensión de tu discurso sea mayor.

Cuando en 1998 La Vida es Bella ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera, un exultante y alborotado Roberto Benigni se encaramó a su butaca y cruzó la fila parandose en los respaldos de los asientos haciendo equilibrio con los brasos. A continuación y a la carrera, subió de dos en dos los peldaños hasta el estrado y al recibir la estatuilla exclamó: "Este es un momento de infinita alegría y quiero besarlos a todos (...) me siento saltando a un mar de felicidad".

Recibir un premio es uno de los momentos más emotivos y que más recordamos en nuestra vida. En ese instante te colmas de gozo por el reconocimiento a toda la energía, capacidad y buena voluntad que has puesto en tu trabajo. Haz que tus palabras de agradecimiento sean dignas mensajeras de todo ese mar de felicidad que festeja en tu interior.

Discurso de Jorge Pisonero al recibir el Premio de la Real Sociedad Española de Física

Aceptando la certificación de Comunicador Competente de Toastmasters Iternational

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